También conocida como Mandioca, es un tubérculo, en principio amargo, la Yuca de crecimiento espontaneo es conocida como “yuca brava”, pero gracias a su “domesticación” a través del cultivo de la mano del hombre, ha generado una nueva especie denominada “yuca dulce”.
La diferencia entre una y otra, consiste en la cantidad de líquido retenido por el tubérculo y su concentración de agentes tóxicos.
La Yuca Brava cuenta con mayor presencia de tóxicos y es más amarga, la Yuca Dulce, es más seca y apenas presenta trazas de tóxicos, los cuales se eliminan con su cocción.
Su fácil cultivo la ha convertido en una fuente de alimento diario para las tribus aborígenes del Cono Sur desde antes de la introducción del maíz, de cultivo más complejo para los indios, ya que la yuca se reproduce “por estaca”, es decir se introduce en la tierra un trozo de tallo de la planta y al cabo del tiempo crece una nueva.
Siglos atrás la Yuca fue un cultivo de tierras llanas, bajas y cálidas, mientras que la papa se cultivaba en tierras altas y generalmente frías, de ahí su condición de alimento básico para las tribus ribereñas de los grandes ríos del cono sur y especialmente de las selvas tropicales, de la cuenca del Amazonas y el Orinoco.
Los españoles y los portugueses, extendieron el cultivo de la Yuca por sus colonias en Asia y Africa al igual que hicieran con otros muchos cultivos originarios de América.
Así pues podría hablarse de una cultura de la Yuca, que nace en la cuenca del Amazonas, se expande por la cuenca del Orinoco hasta llegar a las costas del mar caribe, y extenderse por centroamérica.
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